Ayer, miércoles 30, Emilia bajó a Ízbor para llevar a su madre a cobrar y hacer compras en Talará y Dúrcal. Estuvo toda la mañana ocupada y buena parte de la tarde. Regreso a más de las siete. Por mi parte comí con mamá y pasé la tarde viento televisión y vagueando.
Hoy, jueves 31, no he salido de casa. Por la tarde subí una nueva carta reclamando un pago por parte de la Movistar. A mamá no le ha hecho ninguna gracia. Se lo recriminó a Raquel cuando esta regresó a casa, estando yo ya a punto de salir para el trabajo. La escena fue preocupante, con gritos, pataleos y demás. Finalmente parece que se tranquilizó algo.
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