Ayer, domingo 27, estuvo lloviendo parte de la jornada. Salimos por la tarde, recogimos a los sobrinos de Emilia y con ellos paseamos hasta la casa del dentista. Volvimos a detenernos, a la vuelta, en casa de Gerardo y allí comimos. Finalmente a lo de siempre.
Hoy no hemos salido porque ha estado lloviendo casi toda la tarde. A última hora hemos recibido la visita de Juan Miguel y Mª José para pedirme que vuelva a anunciar unos perros, algo que, obviamente, haré. Por la mañana pregunté en el ayuntamiento por los trámites para abrir una tienda con resultados bastante desalentadores.
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