Ayer, viernes 25, comí, junto a Emilia, una rosca en la bodega de González. Paseamos brevemente y regresamos a casa.
Hoy he dedicado buena parte de la mañana a la conexión de la antena del tal Peralta. Por la tarde decidí no seguir debido a la lluvia así que nos fuimos a Ízbor donde hemos departido con los padres de Emilia y hemos cenado. Hemos regresado sin mayores novedades y, finalmente, a lo de siempre. Buena parte del día ha estado lloviendo.
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