Ayer, viernes 17, apenas si salimos, Emilia y yo, a pasear por la tarde. Al llegar nos encontramos con que estaba Maruchi con mamá y con ella charlamos un rato. También llamé, como es mi costumbre los viernes, a tío Pepe.
Hoy mamá nos ha invitado a comer en la Casita para celebrar su sexuagésimo quinto cumpleaños, que no ha sido hoy pero sí recientemente. Tras comer volvimos a casa, descansamos un rato y bajamos a Ízbor donde hemos visitado a los padres de Emilia aprovechando para cenar. Hemos regresado sin mayores novedades y a lo de siempre.
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