Ayer bajamos a Ízbor por la tarde. Allí cenamos y aproveché para traerme la documentación de Estrella, la vecina de Emilia, para hacerle la declaración de la renta.
Hoy hemos estado, mamá, Emilia y yo mismo, en la comunión de la tal Cristina, hija de José María. Como siempre he salido con el estomágo estropeado. He imprimido la declaración de Estrella, que completé ayer. Finalmente a lo de siempre.
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